Entre noviembre y diciembre de 2010 tuvo lugar en Bogotá una exposición titulada “Estéticas decoloniales”, curada por los colombianos Pedro Pablo Gómez y María Elvira Ardila, la artista y filósofa eslovena Marina Grzinic y el teórico argentino Walter Mignolo. La exhibición se realizó simultáneamente en la Sala de Exposiciones de la Academia Superior de Artes de Bogotá (ASAB), el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO) y el espacio de proyectos El Parqueadero del Banco de la República. Para comenzar, pueden señalarse dos rasgos claves de la exposición. En primer lugar, “Estéticas decoloniales” se insertó, tanto en los propósitos curatoriales como en las estrategias discursivas, en la línea de las exhibiciones “Altermoderno” (febrero-abril, 2009), realizada en la galería Tate Britain y curada por Nicolas Bourriaud, y “Modernologías” (diciembre, 2009-enero, 2010), realizada en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) y curada por Sabine Breitwieser. En segundo lugar, la exposición suscitó un debate teórico con tomas de posición entre el grupo de los decoloniales, liderado por Mignolo y el grupo de los altermodernos, liderado por el colombiano Ricardo Arcos-Palma en defensa de las ideas de Nicolas Bourriaud, quien fue invitado a la II Cátedra Franco-Colombiana de Altos Estudios “Arte y Política”, realizada en Bogotá y Cartagena en octubre de 2010. De modo que entre octubre y diciembre se realizaron en el contexto local dos eventos en los que se planteaban, tanto en el plano teórico como en el curatorial, cuestiones de primer orden en el circuito artístico global.
Lastimosamente el debate no pasó de lo puramente conceptual y la exposición, propiamente, se dejó de lado. Salvo notas promocionales e institucionales no llegó a realizarse una valoración crítica de “Estéticas decoloniales”. De hecho resulta significativo que Marina Grzinic hacia el final de una entrevista realizada en diciembre señale con evidente desasosiego, después de los agradecimientos del entrevistador, “… gracias por esto, porque yo me preguntaba a mi misma ¿dónde está la gente? Y ahora tengo la oportunidad de conocerlos y gracias”.[2] Es decir, parece que el entusiasmado debate no tuvo como objeto la exhibición misma (las obras, los artistas, el montaje, etc.) sino referencias puramente teóricas.
Texto completo: Elkin Rubiano Pinilla, «Discursos curatoriales y prácticas artísticas: aciertos y desencuentros en ‘Estéticas decoloniales’«, en el marco del proyecto, Reflexión y aplicación de la práctica curatorial: nuevos modos de exhibición y circuitos alternativos”, del grupo de investigación “Reflexión y creación artísticas contemporáneas” del Departamento de Humanidades de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
TEXTOS ADICIONALES:
Mariela Yeregui. (2017). «Prácticas co-creativas. Decolonizar la naturaleza», Artelogie 11 [En línea], 28 diciembre. URL: http://journals.openedition.org/artelogie/1601; DOI: https://doi.org/10.4000/artelogie.1601
Sandew Hira. (2016). «El largo recorrido de decolonizar la mente en Latinoamérica». Tabula Rasa: Revista de Humanidades 25:175-194.
Fabian Villegas y Cindy Sissokho. (2020). «Decolonizar el museo no es un performance ni una metáfora«. Terremoto 30 de octubre.
Emma Brasó. (2021). «Historia, debates e ideas en torno al comisariado: De ‘lo curatorial’ al giro decolonial«. Universitat Oberta de Catalunya.
Aïcha Diallo. (2018). «Charla con Walter Mignolo. La estética/estesia decolonial se ha convertido a un conector entre los continentes«. CONTEMPORARY AND (C&), 8 de marzo.